viernes, 26 de abril de 2019

La Concepción del Estado de Rousseau, Hobbes y Locke.



La historia de la filosofía gubernamental se ve enfrascada en la reflexión del sistema de la desigualdad, el poder, el gobierno, iniciando con principios básicos, la igualdad, la equidad y la justicia, principios que evolucionarían y transformarían en corrientes filosóficas de gobernanza, esta misma percepción que amerita una clasificación y ordenamiento de ideas se tocarán en el presente ensayo donde se observará la visión de estado y aportaciones contractualistas de Rousseau, Hobbes y Locke.

Los tres autores concuerdan sobre la influencia de un ser externo como el poder, el cual desborda y corrompe la naturalidad humana de ser libre y al mismo tiempo esa reflexión los hace coincidir en la necesidad del Estado por ser el guía que controle y modere la vida justa, igualitaria y equitativa, sin embargo ellos saben que el Estado es juez y parte, de la creación, seguimiento y ejecución para un proceso regulador, el cual es el meollo de las diferencias entre los tres autores.

Complementariedades entre Diderot y Rousseau
0J. J. Rousseau (1712 – 1788) es un enciclopedista que se aleja de Diderot, el cual considera y defiende la tesis donde menciona a la civilización como corruptora de la voluntad natural del ser humano, es decir el ser humano por naturaleza es bondadoso y es cuando crece en sociedad, la naturaleza cambia por la busca intereses personales que no son justos, igualitarios y equitativos.

Rousseau considera a la sociabilidad como el autor de la pérdida del estado natural de la libertad, ya que la sociabilidad forma de manera inercial el Estado Político y este debe organizarse por leyes y contratos[1], es decir para organizar la convivencia civil, la población de una sociedad debe estar normada con los contratos sociales que controlan la bondad del ser humano al grado de corromperla si recordamos que la premisa Roussoriana señala que el hombre es un ser nacido libre y al mismo tiempo esta esclavizado, porque vive engañado ya que se piensa como el amo de otros (hijos, nietos, si él es patrón: esclavo, siervo, peón, etc.) pero en realidad desde el nacimiento es igual que sus pares, deja abierta la deducción de su pensamiento señalando la natural corrupción porque el ser humano se ve obligado a la búsqueda del bienestar individual y por consecuencia limita las oportunidades de otro individuo, provocando desigualdad[2].

Tomas Hobbes (1588-1679), considero personalmente como el principal generador y exponente de la corriente contractualista la cual define por medio de parábolas y metáforas, la razón del surgimiento del estado moderno catalogándolo como un contrato social o acuerdo de voluntades[3], desarrolla una filosofía política por ello se conoce como iusnaturalistas (derechos naturales propios de los seres humanos), contemplando a la razón como el principio generador del universo, la cultura, la naturaleza, estos mismos se ven envueltos y relacionados de manera equilibrada, (justa, igualitaria y equitativa) para la formación de la armonía social.

Desde mi perspectiva Rousseau retoma las ideas de Hobbes el cual señalaba  todos los hombres son iguales por naturaleza[4], haciendo este escrito con más semejanzas que diferencias, pues parte también de que el desprecio a otros individuos es un desequilibrador inercial.

Ahora bien la diferencias entre ambos es la terminología, pues a lo que Rousseau maneja como intereses personales, Hobbes lo maneja en términos de competencia, profundizando en la discordia la cual generará en términos macros una guerra de todos contra todos, porque se basa en un principio elemental “en la tierra los bienes son limitados”.

Ahora bien unas de las diferencias claras entre Rousseau y Hobbes es que el primero habla de bienestar mientras que Hobbes menciona un confort natural que nace por el temor a la muerte, consecuencia al individuo de buscar vivir confortablemente. Este instinto de conservación, da origen a crear un pacto denominado Estado, que para Hobbes es una bestia llamada Leviatán, donde tiene el respaldo de toda la población para castigar, controlar, ejercer justicia, (hasta violentamente –era la edad media-) con toda la justificación porque todos estamos de acuerdo con el pacto.

Para Hobbes “El Estado es la suma de individuos”, “el Estado contiene y domina todo”[5]. Y la diferencia más grande entre los dos autores es que uno considera al pacto como social y el otro como una simple unión entre individuos.

Hobbes, sabe que el pacto, no nace con fines sociales, al contrario nace con fines individuales para que los hombres no se maten entre ellos, por la competencia natural que existe en nuestra especie (¿principios de capitalismo?), responsabilizando al Estado para velar por la seguridad de los mismos, pero para poder aceptar este papel omnipotente del estado es necesario renunciar a un derecho natural de la humanidad, “el derecho a defenderse asimismo”, y sustentar un absolutismo, el cuál terminaría siendo el defensor el rey, monarca, zar, etc. forjando un poder político absoluto que se encuentra por enésima de todos los poderes, el cual debe de ser su única función la protección, seguridad, de la propiedad privada (territorio) y su permanencia en el poder.

Se considera al padre del liberalismo J. Locke (1632 – 1704), pues fue el fomentador del constitucionalismo liberal, como contra peso de la burguesía y el absolutismo, ya que esta contaba con un poder incontrolable e insostenible.

Las diferencias entre Hobbes y Locke se encuentra en dos premisas, la primera tiene que ver con el estado de la naturaleza el cual Lucke menciona que es pacífico y la segunda al derecho a la propiedad privada.

El poder del Estado debe estar regulado por un poder legislativo, tomando encuentra derechos naturales, los cuales se centran en sujetos que son dueños de ellos y titulares de estos mismos (posteriormente Rousseau mencionaría que son irrenunciables), pues para Locke el derecho natural es anterior y superior –más importante-  al derecho positivo (D. Positivo: plasmado en la constitución).  En comparación con Hobbes existe una coincidencia directa la cual Locke deja clara, la defensa de la propiedad privada es el objetivo de la política, la cual la divide en tres: la vida, la libertad y los bienes.

El Estado de cambia radicalmente de concepción pues se convierte en una forma jurídica que protege al individuo que es dueño y titular de derechos[6].

Los tres autores son el parteaguas de las concepciones modernas del Estado y al mismo tiempo son los que definirían los rumbos de las nuevas formas de gobernanza del siglo XVIII y XIX, sus diferencias y semejanzas enriquecen el entendimiento de las formas de actuar de la administración pública y comprenden las nuevas ideologías políticas que evolucionaron en el siglo XX, es decir son las raíces de los aconteceres de nuestros tiempos.









[1] Jean Jaques Rousseau. El Contrato Social, Libros I y III.
[3] Aun tomando como base que el termino se generalizó y profundizó con Rousseau 100 años después, gracias a la obra contrato social, la cual manejaba principios básicos de Hobbes.
[4] Hobbes, Thomas. Leviathán.
[5] Hobbes, Thomas. Leviathán.
[6] John Locke. Segundo ensayo sobre el gobierno civil (1680). Capítulos I-V y IX

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