En el caso de las pruebas estandarizadas como la
Olimpiada de Conocimiento Infantil (OCI), recordemos que nacen a principios de
los años 60´s donde el paradigma educativo era diferente y la pasividad del
alumno una constante en el SEN, por lo que, tanto contenidos como métodos de
evaluación estaban enfocados de manera homogénea y dosificada nacionalmente,
ahora con el Programa 2022, la autonomía escolar en la planeación de los
Procesos de Desarrollo de Aprendizajes (PDA) y el codiseño, se enfrenta la Nueva
Escuela Mexicana a un reto de evaluar lo que históricamente se ha desarrollado
de manera cultural. Para el caso de la OCI, recordemos que la Fundación del
BBVA Bancomer otorga 1000 becas a nivel nacional cada año o ciclo escolar desde
1961 a los estudiantes egresados de 6° que ganaron en sus entidades,
permitiendo que mensualmente reciban un monto de $2,000 por 10 meses durante
sus 3 años de secundaria conservando un promedio superior o igual a 8.0. Donde
participan alumnos de modalidad Primaria Urbana, Rural, Indígena, CONAFE y
Particulares. Es decir, todos tienen la oportunidad de concursar por el hecho
de estar inscrito en 6to grado.
Este tipo de gestiones por el Gobierno Federal con la
iniciativa privada es importante para promover la participación de todos los
alumnos y acrecentar las oportunidades de obtención de beca de manera
igualitaria e inclusiva. Para Dr. Casa o Dr. Díaz Barriga trabajar las pruebas
estandarizadas puede hacer posible integrarse dentro de un enfoque formativo si
se utilizan de manera reflexiva y estratégica. Como es el caso de la Comisión
Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU), quien a través de
su plataforma y programa clasifica reactivos, porcentajes y describe áreas de
oportunidad de los alumnos por medio de una formal y serio análisis de los
aciertos y errores por reactivo en el instrumento o prueba estandarizada.
El trabajo del docente de la CDMX debe ser valorado por
la cantidad de carga de trabajo y el importante factor humano de
profesionalización constante que se adapta, capacita y encarna a todos los
principios y fundamentos que nos indican para modernizar el SEN, ya que, es él,
el operador de todas las políticas educativas y el servidor público responsable
del desarrollo de las facultades humanas de nuestra niñez mexicana.