En
esta época donde la palabra es clave para valorar cualquier proceso de índole
social, es pertinente retomar la concepción de la palabra con la aplicación
simbiótica entre el objeto y la sustancia a evaluar, es decir hacia dónde se
quiere llegar con la evaluación, en el aspecto educativo es claro y se puede
manejar como lo presenta el Instituto Nacional de la Evaluación Educativa
(INEE), “evaluar para mejorar[1]”, sin embargo es necesario
ser especifico.
PONENCIA 16
LA EVALUACIÓN.
Sinopsis/Abstract:
¿Qué
es evaluación?; es un proceso inherente a la educación[2], es inevitable evaluar el
proceso de enseñanza-aprendizaje, por estar en constante y permanente
valoración, por lo tanto es una función clave para mantener la mejora
permanente del sistema educativo[3], en definitiva regula lo
macro y tiene impacto en las políticas educativas, en el aspecto micro, en el
aula y escuela la evaluación debe contemplar procesos muy específicos, donde
exista un seguimiento y una retroalimentación continua, ¿cuáles son estos
proceso y cómo dar el seguimiento?, son cuestiones que la presente ponencia
responde, para no dejar de lado la conceptualización y llevar a la praxis este elemento
indiscutido de la práctica educativa.
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