Estimados lectores que bueno que nos volvemos a
encontrar, hoy vamos a tocar un tema político sindical, empezaremos mencionando
que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación “El SNTE”, se le
denomina a la parte institucional, su fundación se remota al 30 de diciembre
del año 1943, nace de la mano del maestro Luis Chávez Orozco y del presidente
de la Republica Manuel Ávila Camacho, en conjunto con el Lic. Jaime Torres
Bodet en su momento el Secretario de Educación Pública, el proyecto lo podemos
simplificar en dos vertientes la primera de carácter político la parte de
“Unidad nacional del magisterio” pero con un marcado “Control corporativo del
Estado” y la parte magisterial la denominada “Defensa de los derechos laborales
de los trabajadores de la educación” y “El impulso a la educación pública,
laica y gratuita”. Es decir, nace con una fuerte convicción lealtad
institucional al Estado, sí, al patrón, a lo que en décadas posteriores se
formaría el termino de “charrismo sindical”.
Pero ¿Qué se entiende como charrismo sindical?, bueno
mencionaré como la inclinación de los intereses de un gremio en este caso el
del magisterio, con inclinación a la autoridad (gobierno) en lugar de su razón
de existir y sus propias bases. Por lo que, de manera indirecta la autoridad
adquiere del sindicato una lealtad incondicional logrando una promoción al
control autoritario, corrupto y antidemocrático del propio sindicato puesto que,
este responderá a los propios intereses del gobierno.
De esta manera podemos denominar sus apelativos del SNTE,
como “charros”, “institucionales”, “oficialista”, “corporativista”, entre otras
denominaciones parecidas, este punto será el parteaguas de la creación de la Coordinadora
Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), pero antes vamos a centrarnos
en el marco jurídico, el cual esta plenamente sustentado por la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), el Artículo 123, en el
apartado B, fracción X, donde al pie de la letra dice: “Los
trabajadores tendrán derecho a asociarse en defensa de sus intereses, formando
sindicatos, federaciones y confederaciones.”, asimismo
en la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado (LFTSE), en su
articulo 68, 69 y 71 versan sobre establecer sindicatos, presentar pliego
petitorios y estar legalmente constituidos y registrados ante el Tribunal
Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA) correspondientemente, ojo en este
último dice “pueden ser reconocidos como representantes oficiales de los
trabajadores en el sector público”, es decir, que el SNTE tiene un
reconocimiento legitimo y constitucional y la CNTE no, sin embargo, la CNTE
puede hacer valido los artículos anteriores sin ser reconocidos como
representantes oficiales, la pregunta es por qué la CNTE no quiere hacerlo de
manera oficial, bueno es una pregunta muy fácil de responder pero políticamente
incorrecto.
Primeramente
la CNTE se trata de una corriente disidente, es decir, que no está de acuerdo
con su organización madre, el SNTE, desprendiéndose ya que difiere de la
política sindical, sus principios son la lucha por una mayor autonomía o
separación entre lo institucional y lo sindical, lucha por una democracia
sindical, también por una mejor y mayor transparencia en el SNTE pero aplicado
en un amplio sentido de la palabra, no solo en recursos, organización y
asambleas, abarcando en el ámbito personal de sus dirigentes sus patrimonios y
nepotismos, su cercanía con los gobiernos estatales y federal, pero
principalmente utilizar la organización como un brincolin para intereses
particulares y/o personales en el ámbito político.
Otra
de las mayores diferencias es la ideología, la cual se manifiesta con claridad
en la consignas y loas de la CNTE, por ejemplo: “Educación primero al hijo
del obrero, educación después al hijo del burgués”, lo cual deja claro que
la ideología marxistaleninista está presente en sus raíces, sí, la CNTE
coquetea ampliamente con el comunismo, el socialismo y el
radicalismo/totalitarismo como medida de negociación. Es decir, ven en el
Gobierno Federal al patrón opresor al que hay que exigir la extinción de clases
sociales a través del sector educativo.
Ahora
bien, el oficialismo sindical del SNTE al grado de corporativismo, no solo le
apuesta descaradamente a la lealtad institucional sino que también cree
fervientemente: “Si no puedes con el sistema (enemigo) únete a él”, por
lo que, lucha de manera constante formar parte del mismo gobierno, teniendo una
tradición clara y sistemática por décadas que sus Secretarios Generales
(nacionales y estatales), deben alinear a sus bases a los intereses del
gobierno en turno, sea PRI, PAN o MORENA, según sea el caso.
Tenemos
otros ejemplos anteriores pero el más claro fue Elba Esther Gordillo Morales Secretaria
General del SNTE y (Presidenta Vitalicia 2007) desde 1989 hasta 2013, que llevo
al descaro el nivel de injerencia en el gobierno formalizando una tradición
llevada a nuestros días, donde un Secretario General puede ser elegido por
elección directa o por la vía plurinominal del mismo partido de gobierno otra
vez llámese, PRI, PAN o MORENA, a cargos públicos como Diputado Federal o
Senador (como el actual Secretario General Alfonso Cepeda Salas), asimismo la
exlíderesa sin menoscabo integra (si en presente) a sus familiares directos,
hijos, nietos, yernos, cónyuges etc., a la política nacional, en puestos de
alta relevancia y dirigencia para la toma de decisiones de presupuesto,
políticas públicas, reformas educativas y operatividad de los ámbitos
anteriores.
Todo
esto a la vista del ojo público, por ello, se dice que la política mexicana
esta podrida y no se cuenta con remedio para controlar el nepotismo,
corrupción, compadrazgos y apadrinamientos. Pero bien. recuperando el tema,
encontramos a una CNTE con tintes fanáticos que están ligados a la izquierda y
el comunismo y un SNTE con intereses capitalistas y queriendo ser patrón, por
ello son dos fuerzas que aparentan ser irreconciliables y el estrecho que las
separa también es el punto que los une. Me explico, la CNTE no busca ser
patrón, ya que para ella “Gobierne quien gobierne los derechos se defienden”,
por lo tanto, no puede desarrollar ese rol de patrón porque sabe que su base y
esencia terminaría en el acto de gobernar. Sin embargo, sí quiere y desea dirigir,
ya que considera, que es un poder que representa la esencia del control y
autoritarismo de su ideología, de esta manera para no corromper este principio
la CNTE busca dirigir “relativamente poco”, para lograr ser un contrapeso y
mantener su esencia, esa dirigencia se concentra en lo regional-estatal,
mientras que en el ámbito nacional no es de su interés por que comprende que al
momento de dirigir nacionalmente se convertiría automáticamente en SNTE.
Bien,
pero ¿Podría la CNTE lograr la dirigencia nacional?, la respuesta es clara sí,
refiriéndonos por medio de dos opciones la primera de manera legitima con el
uso de los propios estatutos del SNTE, los cuales al formar parte del Sindicato
pueden participar en planillas, asambleas y cuentan con voz y voto.
La
segunda con el apoyo gubernamental siempre que busque (y tiene posibilidades,
aunque en su mayor oportunidad fue en el sexenio de 2018-2024 con el
obradorismo) constituir formalmente en asambleas, buscar su desprendimiento
total para formular ante TFCA un nuevo registro nacional mediante la apuesta de
la incorporación de los más de 2 millones de maestros en activo y más de 500
000 mil jubilados.
Recapitulando
entonces el SNTE tiene registro legal ante todas las leyes que emana la CPEUM, la
CNTE como organización o sindicato no tiene registro ya que forma parte de una
corriente disidente del propio SNTE.
El
SNTE puede presentar legalmente pliegos petitorios, la CNTE también puede
presentarlos a la autoridad o al gobierno, y este tiene la obligación de
recibirlos pero la diferencia es que la CNTE no están facultada legalmente para
representar al gremio magisterial ejemplifico de manera burda y sin sustento
pero entendible, es como si una colonia hiciera una petición de pavimentación
de calle con pavimento o concreto al Gobierno del Estado y al mismo tiempo el
Ayuntamiento del Municipio donde está la calle y colonia en cuestión presenta
la petición al Gobierno del Estado de adoquinar la calle con piedra.
Conclusión
del ejemplo, primero ambos están en el derecho de solicitar, segundo el
Ayuntamiento representa legalmente a la totalidad de su colonia y calle, aunque
no todos hayan votado por el presidente municipal, ni estén de acuerdo con sus
políticas públicas o formas de gobernar, y la colonia no representa a la
totalidad de sus habitantes, aunque la mayoría este de acuerdo en el oficio de
petición. Tercero el ayuntamiento sabe o tiene idea de las finanzas del Estado
y posiblemente (especulando) sabrá que harán caso por cuestiones de presupuesto
a la petición de manera inmediata el adoquinamiento en lugar de la
pavimentación.
El SNTE es, por lo tanto, reconocido oficialmente ante
autoridades Estales, Nacionales e Internacionales, contando con presencia
nacional, mientras que la CNTE no, sin embargo, si es un elemento de presión en
lo Estatal y Nacional. Y su presencia en algunos estados es de parcial a
mínima, de 32 estados la mitad no cuentan con representatividad de relativa
importancia en número de integrantes, principalmente los estados del norte:
Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas,
Durango, Sinaloa entre otros del bajío como Aguascalientes, Querétaro, San Luis
Potosí. Mientras que, en estados como Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán,
aunque varia en su totalidad si representa una mayoría muy importante del
gremio.
Dr. Alan Eliseo Salmerón Nieves.
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